En aquellos momentos en donde sentía que mi corazón se partía en dos, aún así no bajé los brazos y seguí peleando por lo que más quería.
Lucho contra los ideales, sentimientos y pasiones ajenas.
Es un constante re-preguntar diario.
Porque tu eres ese golpe de energía cuando me siento vencida. Aún cuando todo sean más que falsas ilusiones, sigo sujetándome a la esperanza.
El nada es imposible es lo que me alienta a seguir por el mismo camino; porque eres quien ha llenado el hueco de mi alma.
Pensé que mi vacío no tenía tope ni fondo, pero a pesar de ello, bastó tan sólo un jugueteo de miradas para cubrir lo que por años buscaba entre los ojos de la gente.
Sigo en pie porque tu eres ese uno en un millón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario